"Tenés que ser vos mismo", "Hay que ser uno mismo".
¿A qué "yo mismo" me debo referir si no soy el mismo nunca?
¡No soy el mismo ni siquiera en el transcurso del día!
No soy el mismo que se levanta de malhumor, respirando odio y rencor, que el ser alegre que consigue un descuente; no es el mismo yo el que se sube al auto jurando por sus seres queridos que nadie lo va a pasar, que el yo que se engalana de maravillas cuando se saca las fotos con un famoso.
Peto Menahem en "Manual de AntiAyuda... para terminar con el mito de la felicidad"
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